Las miserias de la política mexicana

Fernando Ramírez López.

La crítica y el señalamiento de los errores sobre la estructura del universo actual, son una forma de contribuir para hacerlo mejor, en el caso mexicano es tan avasalladora la cantidad de miserables desatinos de la embarcación peñanietista, de partidos políticos, gobiernos estatales y municipales; que increíblemente les ha sucedido lo esperado, dejaron de ser atractivos para el cambio social integral, los acervos ditirambos que cometen han traído consigo el hartazgo de escuchar y observar diariamente un escenario plastificado por muertos, crímenes, robos, contratos asignados indebidamente, casas compradas y rentadas de lujo, viajes en helicóptero y lindezas como que el ejecutivo de este país se hizo acompañar por 200 personas en su reciente viaje a Inglaterra.

El jet set político en México diariamente realiza acciones que en el pasado reciente se consideraban inimaginables, por eso los actores sociales han tomado las riendas como es el caso de Tlataya y Ayotzinapa.

Los políticos dejaron de ser importantes para la sociedad mexicana y lo más lamentable es que ellos desvergonzadamente lo saben; por ejemplo que Peña Nieto fue incapaz de utilizar en su palabra la recientemente clausurada Cumbre de las Américas en Panamá, en la que destacaron Raúl Castro y Barack Obama para iniciar una nueva época de relaciones inexistentes desde hace más de medio siglo, Peña Nieto fue incapaz de decirle al mundo que Fidel Castro recibió la hospitalidad de México y de su gente, que tuvo la oportunidad de zarpar de Tuxpan en el Granma para derrocar a Batista, perdió la oportunidad de decirle al mundo que el General Lázaro Cárdenas del Río, no obstante su avanzada edad y su papel de ex presidente se ofreció para salir a defender a Cuba cuando fue invadida Playa Girón por los gusanos de Miami.

Poco importa ya decir que perdimos el lugar que ocupamos mucho tiempo de ser el hermano mayor de América Latina, esta Patria que tiene más de tres mil kilómetros de frontera con el país que nos despojó en el Siglo XIX de más de la mitad del territorio nacional y que todavía al recordarlo nos indigna, sobre todo por el trato que reciben los migrantes mexicanos en los Estados Unidos de Norteamérica.

Lo que atrae hoy a la gente es la cibernética que diariamente evoluciona, les atraen las noticias rosas de las páginas de los medios donde aparecen los twiters de la hija del Güero Castro y de cantantes y actrices famosas, lo demás nada significa para la juventud de hoy.

En política ya no interesa que Peña Nieto haga lo que quiera, que el ejército siga matando gente en las calles, que la gasolina tenga altos precios y que el petróleo pierda su valor en el mercado internacional, no interesa el desempleo, ni el aborto, ni las niñas de 13 años embarazadas, ni el triste servicio de luz pública, ni el inadecuado tratamiento de las aguas residuales, ni la putrefacción de la policía en Torreón ni mucho menos el desastroso transporte que padecemos los que aquí vivimos; es más ya no importa ni el resultado de los juegos del equipo Santos de futbol, mucho menos importa el triste papel que logra hacer permanentemente la selección mexicana de ese deporte.

La plenitud de este siglo es ocaso existencial, es dialéctica para el cambio, que se cuaja en diferentes recipientes, como en las escuelas en huelga y maestros que no enseñan; lo que importa es comprar marihuana y cocaína para olvidar, incluso drogas sintéticas como la llamada “cocodrilo” que mata en poco más de tres meses a los jóvenes que la usan.

Si hoy no comemos, ya mañana llegará el PRI con sus despensas y billetes de quinientos pesos el 7 de junio día de la elección los candidatos del PAN para que votemos por ellos.

Tenemos partidos políticos que configuran una democracia imperfecta y una suprema corte de justicia que paga poco más o menos 7 millones de pesos a los señores magistrados y que olvidamos que el INFONAVIT actúa como órgano de financiamiento no de apoyo al trabajador, por eso tenemos miles de viviendas abandonadas.

Mientras tanto los señores burócratas desde la Laguna hasta el valle del Anáhuac, reciben cada día mejores salarios, con los respectivos descuentos que para taparle el ojo al macho depositan un porcentaje de los mismos en cuentas del PRI como aportaciones para que su partido siga viviendo. De igual manera en esta locura colectiva, nos enteramos que al presidente de Venezuela Nicolás Maduro le habla el ex dictador Chávez en un cuerpo de pajarito para darle indicaciones de cómo conducir a la Patria bolivariana, de igual forma nos hacemos de la vista gorda para ignorar que casi el total de las minas mexicanas de oro y plata las explotan capitales extranjeros, para que nuestros políticos vistan como verdaderos señores al igual que sus familias.

También sabemos que ante la crisis mundial, los impuestos seguirán incrementándose al igual que el rencor que se acuña en el corazón de cada mexicano y que mucho contribuye el saber que tiene protegido a Humberto Moreira ex gobernador de Coahuila que nos dejó endeudados por poco más de cuarenta mil millones de pesos, que sirvieron para sacar adelante la candidatura a la presidencia de la república.

Pero en el PRD y el PAN las cosas no son radicalmente distintas, se disputan las candidaturas plurinominales y los puestos como formas de vida cual haraganes son, si no lo fueran serían grandes inventores o prósperos empresarios, pero nunca lo serán.

Así que los señores políticos del régimen nacional en compañía de los banqueros privilegiados han declarado que en México en los últimos cien años nunca habían tenido tasas de utilidad tan altas como en el periodo 2014 – 2015; mientras que los mendigos cada vez son más pidiendo caridad para un mendrugo de pan.

¿Y los jóvenes? La actualidad y futuro para ellos una vez egresados de los centros de educación superior que en la Laguna son más de cincuenta, para tener trabajo tendrán que salir a otros lugares fuera de aquí, caso contrario tendrán que dedicarse a ser choferes de taxi o vendedores de comida rápida.

Así se preguntó Robert Muciño apenas concluida la Primera Guerra Mundial y como respuesta supo que había que cambiar la realidad desde aquella época, pero la eterna necedad del hombre lo llevó a seguir concibiendo nuevos conflictos.

Todo cambia, así ha cambiado este Siglo XXI por una mayor pobreza y una mayor concentración del ingreso en pocas manos ¿entonces por qué extrañarnos que los jóvenes de ambos sexos sean sicarios o prostitutas?

La política mexicana les ha construido este escenario y su final indudablemente que tendrá como respuesta algo que parecía olvidado, la violencia de los muchos contra los pocos.

licfernandora@hotmail.com